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La foto del sinhogarismo en Xixón

En una ciudad con 7.000 viviendas vacías por lo menos 355 ciudadanos duermen en las calles o en alojamientos temporales, tal y como revela el II Recuento Nocturno de Personas Sin Hogar.

Por Redacción 12grados

La noche del 6 de octubre un equipo de 130 personas, formado por voluntarios y profesionales del trabajo social, recorrió las calles de Xixón para averiguar cuántas personas sin hogar dormían en ellas. Con un itinerario minucioso observaron cada esquina, cada cajero, cada bordillo, cada banco, cada rincón de todos los barrios del centro y la periferia de la ciudad. En sus hojas y en sus teléfonos móviles, para evitar extravíos, tomaron nota de quién dormía en cada lugar, si estaba solo o acompañado y, siempre que fuera posible estimarlo, su edad, su sexo y su nacionalidad. Las profesionales del trabajo social acudieron también aquella noche a los chupanos – lugares abandonados donde pernoctan habitualmente personas sin hogar -, vehículos y trasteros, donde por su trabajo en calle conocen que duermen varias personas y anotaron los que efectivamente estaban allí aquel 6 de octubre. Por último, la mañana siguiente tomaron también los datos de todas las personas que durmieron esa noche en albergues, centros de alojamiento temporal y las personas que reciben alojamiento con apoyo sostenido por su condición de sin hogar.

Voluntarias y voluntarios en las jornadas de formación para la realización del conteo en Las Mestas.

Con toda esta información la Red de Inclusión Activa (REDIA), que integra a todas las entidades que trabajan con los colectivos en riesgo de exclusión social, ha elaborado el II Recuento de Personas Sin Hogar en Xixón. La noche del 6 de octubre de 2022, detectaron 355 personas que dormían sin un techo o sin vivienda. De las 355, 151 estaban en las calles y entre ellos 61 durmieron a la intemperie y 69 en chupanos, vehículos o trasteros. También se contaron 20 personas estimadas, es decir, lugares en los que se hallaban pertenencias como mantas, colchones o cartones, indicios de que allí podría dormir alguien y simplemente aún no estuviese acostado cuando pasaron los voluntarios. Las restantes 204 personas registradas pernoctaron en alguno de los servicios de alojamiento de la ciudad como el albergue Covadonga, el albergue de mujeres o en los pisos de Asociación Gijonesa de la Caridad, entre otros recursos.

Otros datos interesantes, aunque menos concluyentes ya que el conteo en calle se hizo desde la observación sin invadir el espacio personal de los individuos, se refieren a la descripción de los perfiles del sinhogarismo.El recuento registró que la gran mayoría de los sin techo son hombres y las mujeres solo representan el 12% del total, aunque hubo un alto porcentaje de ‘no identificados’. Además, la mayoría de las mujeres que duermen en la calle lo hacen acompañadas.En los recursos de alojamiento si pudieron obtenerse datos más precisos como que el 60% de las personas que los utilizan son hombres y el 36% mujeres. Se observa que el porcentaje de mujeres durmiendo en los centros es sensiblemente mayor al de las que lo hacen en la calle. Aunque es pronto para hacer aseveraciones, lo cierto es que las mujeres en la calle tienen más probabilidades de sufrir violencia, especialmente de carácter sexual, que los hombres, lo que podría explicar estos resultados.

Mesa de presentación de los resultados del conteo presidida por Ana María Núñez, Jefa de División Operativa de Acción Social, ayer, en el CMI de Pumarín-Gijón Sur.

Respecto a la edad también hay variación entre hombres y mujeres, la media en los primeros se sitúa en los 40 años mientras que la media de mujeres adultas en recursos de alojamiento está en los 33. Uno de los datos más impactantes es que un 20% de los usuarios de estos servicios son niños, niñas o adolescentes y su edad media se sitúa en los 5 años. La gran mayoría de las personas que acude a los centros lo hace sin su familia y la tipología de familia más habitual es la monomarental, es decir, una madre con sus hijos o hijas.

Como recordó durante la presentación Sandra Canteli, del colectivo Nacai, aunque estos datos son orientativos pertenecen a una foto fija de la ciudad, la foto del 6 de octubre, pero la realidad es mutante. Factores como el tiempo meteorológico, la época del año o cuándo se cobran ayudas y sueldos pueden modificar esa fotografía. El objetivo de REDIA en este recuento fue utilizar la metodología marcada en Ministerio de Derechos Sociales que propone realizar un conteo cada dos años. Lo ideal, defiende Canteli, sería poder realizar incluso dos al año, para establecer las diferencias entre verano e invierno, por ejemplo, pero solamente organizar uno ya supone un esfuerzo enorme para unas entidades que trabajan con poco presupuesto y un personal muy implicado, pero escaso. No era la primera experiencia de Canteli en un conteo, que ya participó en el que el colectivo Nacai impulsó junto a Mar de Niebla en 2019. Registraron 439 personas sin hogar, pero explican que, en realidad, los números de 2022 son muy parecidos. En aquella primera experiencia no siguieron las pautas del Ministerio y registraron dentro del recuento a personas en centros de refugiados o menores no acompañados que no han sido contempladas en la elaboración del presente recuento nocturno.

Sandra Canteli y otros profesionales coordinándose antes de salir con sus equipos a recorrer la ciudad*.

El interés de este informe va mucho más allá de los números. Su intención es conocer la realidad de la forma más profunda posible para poder cambiarla y hacerlo de la mano de sus protagonistas, las personas sin hogar. El día después del conteo realizaron a través de los centros a los que acuden por el día, como la Cocina Económica, 108 entrevistas compuestas de 34 preguntas. Con estos cuestionarios REDIA quiere conocer mejor las circunstancias que llevan al sinhogarismo y las necesidades de quienes están en esta situación. El estudio de estas respuestas todavía está en proceso y los resultados se conocerán aún dentro de unos meses. Encabezada por la Fundación Municipal de Derechos Sociales, REDIA se ha puesto como objetivo terminar con el sinhogarismo. Para conseguirlo proponen un cambio de filosofía en el diseño de las estrategias, que el ciudadano deje de tener que amoldarse a los requisitos de las ayudas y los recursos y los servicio estén pensados para adaptarse a las necesidades los usuarios.

A lo largo de la jornada del 28 de noviembre en la que se presentaron los resultados del conteo hubo varias mesas redondas dedicadas a la cuestión del sinhogarismo en la que participaron personalidades como Juha Kahila, director de asuntos internacionales en Y-Fundation. La organización finlandesa fue pionera en conceptualizar esta nueva forma de atajar el sinhogarismo, sustituyendo los albergues y alojamientos temporales por garantizar una vivienda digna y a precios asequibles para que las personas puedan recuperar su proyecto de vida. En 1985 Finlandia contaba con unas 20.000 personas sin hogar, ahora solo quedan unas cuatro mil. Actualmente en Xixón hay tres proyectos en marcha, Housing First, Derechos a la Vivienda y Futuro&Co, que actúan en esta línea, pero aún queda mucho por hacer. Durante la presentación del recuento había una cuestión que rondaba por la cabeza de todos los presentes, algunos incluso tomaron el micrófono para pronunciarla en alto: «Xixón necesita, por lo menos, 355 viviendas públicas». Para ponerlo en perspectiva, el estudio más reciente estima que en la ciudad hay 7.000 casas vacías.


OBJETIVO: Erradicar el Sinhogarismo